Sabados Irresistibles final

miércoles, 14 de mayo de 2008

-A ver si lo conoces, ¿Cómo le dicen?--Le dicen el cara de Uca-.
Finalmente la situación solo dejó de saldo un poco de nervios y un puñetazo en uno de los autos al retirarnos.


La noche no terminaba aún y como esa no era la fiesta de la cual habíamos escuchado rumores pensamos en seguir la busqueda directo a la playa, estabamos bastante cerca y el incidente anterior por supuesto que no nos iba a detener, solo fué un toque de emoción más...

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La noche estaba hermosa y ya podíamos respirar la brisa marina, el objetivo estaba a unos cuantos metros. En aquél entonces el acceso en autómovil hacia la playa era un poco complicado ya que se corría el riesgo de atascarse en la arena suelta, por esto ninguno de los amigos que llevaba su auto quizó intentarlo, esto solo fué un pretexto para no tener que lavar el coche, asi que todos se estacionaron en la entrada y nos bajamos para caminar en busqueda de la supuesta lunada.xApenas si comenzabamos la caminata cuando pudimos divisar no muy lejos un auto que nos pareció conocido, todo parecia indicar que efectivamente era el coche de otro de nuestros amigos omitiré el nombre por caballerosidad. Dudosos nos acercamos hacia el coche y comenzamos a gritar su nombre, después de la experiencia anterior con los raspolínes de la mata teníamos que ser cautelosos, no recibíamos respuesta y continuamos avanzando cuando sorpresivamente el auto enciende las luces y se pone en marcha, pero mas sorpresivo fué que se dirigía hacia nosotros.
xEntre gritos y risas corríamos en distintas direcciones tratando de no ser atropellados, quién podía ser el salvaje que nos estaba pegando tremenda corretiza, dada la oscuridad de la noche y por la luminosidad de los fanales no podíamos ver quien conducía el coche tratando de ahuyentarnos o peor aún...finiquitar nuestra alegre existencia, solo se lograba ver entre sombras y reflejos una cabellera femenina en el lugar del copiloto. Finalmente el automóvil del infierno se detuvo, nosotros lo teníamos rodeado y todavía con los nervios de punta intentamos acercarnos nuevamente cuando se escuchó una voz de ultratumba que decía -¡No se acerquen!, estoy acompañado-; efectivamente el dueño de aquella falsa voz era amigo nuestro. Cruzamos unas palabras con el guardando cierta distancia, aunque todos sabíamos bien quien era la acompañante nadie comentó nada al respecto todos eramos muy caballerosos y respetuosos, bueno tal vez un poco irreverentes; quedó aclarado el hecho de que nunca existió una lunada en la playa.xNo quedaba mas remedio que regresar a la metropolis, era tarde y cada uno fué tomando camino hacia el hogar a mí todavía me quedaba pasar por el emocionante regaño que me llevé por solo haber dicho que iba al parque, mi Padre ya me había salido a buscar sin encontrarme vaya final de la noche.xY aunque no conseguimos acudir de gorrones a cenar y bailar en ninguna fiesta y lo ocurrido esa noche fuera particularmente intrascendente, para todos nosotros fué una noche de emociones compartidas y sanas fantasías que solo en compañía de amigos verdaderos se pueden volver mágicas y quedarse en la memoria de cada uno como uno de tantos Sabados Irresistibles.

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